Desde los comienzos de esto del SEO se ha comentado y asegurado que cuanto más viejo es un dominio (o más tiempo lleva en funcionamiento) más relevante para los buscadores, que lo consideran más “posicionable” y le dan una mejor posición, llegando en muchos casos a obtener el primer puesto aunque lleve bastante tiempo sin introducir contenido nuevo.
Según unos estudios, la edad perfecta para un dominio son los 11 y 12 años. En ese momento es cuando es más posible que obtengan una primera posición en Google.
Aún así, pese a estos datos (el 93 por ciento de los números 1 de Google son dominios “viejos”) hemos de tener en cuenta que esta regla o dato no sirve para todo: si nuestro nicho de negocio es algo relativamente novedoso y con una competencia de palabras clave baja, un dominio nuevo nos puede venir que ni pintado. Según el mismo estudio un dominio bueno en ese supuesto es bastante mejor que el más viejo entre los viejos.